A veces dos pieles se encuentran sobre el mar de un insondable silencio.
A veces, en esos únicos e inexplicables momentos, se intuye que la vida encierra una mística que nace del misterio para manisfestarse en fugaces momentos que endulzan los corazones...
Felices quienes aún pueden intuir la maravilla del encuentro.
Felices quienes saben que el silencio puede también ser la música más suave del alma.
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